ESCALADA EN PEÑA RUEBA, CASCADA DE BACHIMAÑA Y ANAYET
Hemos estado una semanita por la
zona de pirineos escalando mientras Noa se encontraba de campamento en Uña
(Cuenca). De 6 días estuvimos escalando 4 , todo un record para estos dos
abueletes.
Primero estuvimos en Peña Rueba,
el primer día hicimos “Los terceros también existen” (imaginaros el grado, ji
ji) y al día siguiente “Sendero Límite” V+
(dos vías superequipadas), ese día nos tocó levantarnos a las 5 de la madrugada
para evitar que Lorenzo nos pillara en medio de la pared, pues el día de antes
habíamos estado a 36º y nosotros que somos los dos muy blanquitos pues
imaginaros. Que diferente es tener que madrugar para hacer algo que te gusta a
tener que madrugar para ir a currar. La bajada de estas vías era por la ferrata
sur, bastante entretenida y con Lorenzo dándonos caña se hacía un pelín larga,
eso sí luego era comer y a la piscina del pueblo, que con sólo meter el pie la
temperatura del cuerpo bajaba 15º.
Otro día estuvimos escalando en el
muro de la Cascada de Bachimaña (Panticosa) y estuvimos haciendo El Espolón del
Pino (Vº). Fue una escalada muy agradable, en un ambiente mágico y con una
temperatura genial y como colofón para finalizar esa escalada unas cervecitas
en el refugio de Bachimaña, donde finaliza la vía, fresquita y rica.
Y para finalizar las escaladas de
esa semanita nos fuimos al Anayet y
estuvimos haciendo “Los balcones del Anayet”. Fue una escalada espectacular,
una currada impresionante por parte de Dan (porque yo os confieso que fui de campo
y playa), eso sí Lorenzo no nos dio tregua y un poco más de agua sí que nos
hubiese hecho falta. Fue una escalada de 12 largos (según Dani la noche de
antes eran sólo unos 6 largos, luego ese día era de unos 8 largos para al final
acabar convirtiéndose en 12 largos) , pero llegar a la cumbre del Anayet es un
placer para los sentidos, las vistas, el ambiente, todo ….. incluso el ir unas
10 cordadas, nosotros eramos los 4º (uff menos mal), que digo yo que de lejos
debería parecer que estábamos haciendo una ferrata, todos en línea. Ese día fue
agotador pero para acabar las vacaciones nos dejó con un gran sabor de boca.